Los sensores ultrasónicos llevan décadas a la vanguardia de la tecnología de medición por su capacidad, flexibilidad y bajo coste.
Detectan objetos y se utilizan para determinar el nivel de líquidos. Debido a su alta frecuencia de actualización (cientos de pulsos por segundo) y a su tamaño relativamente pequeño, están muy solicitados. Funcionan enviando ondas sonoras entre 23 kHz y 40 kHz, muy por encima del rango audible humano de 20 kHz.
Los sensores ultrasónicos desempeñan un papel fundamental en la automatización de diversos procesos. Controlan los sistemas de calefacción, ventilación e iluminación. Los sensores funcionan bien en condiciones de luz variable. Gracias a su alta frecuencia de actualización (cientos de impulsos por segundo), su tamaño relativamente pequeño y su bajo coste, está claro por qué se han generalizado.
Los sensores ultrasónicos desempeñan un papel fundamental en la automatización de diversos procesos. Controlan los sistemas de calefacción, ventilación e iluminación. Los sensores funcionan bien en condiciones de luz variable. Gracias a su alta frecuencia de actualización (cientos de impulsos por segundo), su tamaño relativamente pequeño y su bajo coste, está claro por qué se han generalizado.