La tendencia actual es hacia la electrificación de casi todos los sistemas.
Los sensores, ahora comúnmente denominados sensores del Internet de las Cosas (IoT), deben ser diversos para minimizar los errores. Los algoritmos de aprendizaje automático (ML) y las plataformas de IA se están basando en la fusión de sensores para muchas de las aplicaciones actuales.
Se están incorporando nuevas capacidades en los últimos estándares inalámbricos (5G y Wi-Fi): redes sincronizadas en el tiempo (TSN), determinismo de red, latencia mínima y alta fiabilidad. Con estas nuevas capacidades, hay una creciente demanda de módulos de sensores que puedan proporcionar datos con menor latencia y mayor ancho de banda, lo que permite nuevas funciones que no son posibles sin los datos de los sensores.
Casi cualquier sensor puede convertirse en un sensor IoT, con una digitalización y un procesamiento de datos eficientes, y el propio módulo sensor puede desplegarse junto con equipos de comunicación en una ubicación conveniente para la recopilación de datos. La reducción de la huella y el aumento de la capacidad de combinar múltiples sensores integrándolos en un único chip junto con la tecnología de procesamiento de datos está impulsando un cambio en el diseño del sistema en chip (SoC).
Al igual que ocurre con muchas otras tecnologías, la miniaturización, el aumento de la eficiencia y la precisión son requisitos futuros de las tecnologías de sensores IoT. En la actualidad, muchas tecnologías de sensores están limitadas en su capacidad de miniaturización o integración con las tecnologías de procesamiento y comunicación. Por lo tanto, se están creando nuevas tecnologías para sustituir a las tecnologías heredadas que no son fácilmente adaptables a factores de forma de sistemas compactos y altamente optimizados.
Se están incorporando nuevas capacidades en los últimos estándares inalámbricos (5G y Wi-Fi): redes sincronizadas en el tiempo (TSN), determinismo de red, latencia mínima y alta fiabilidad. Con estas nuevas capacidades, hay una creciente demanda de módulos de sensores que puedan proporcionar datos con menor latencia y mayor ancho de banda, lo que permite nuevas funciones que no son posibles sin los datos de los sensores.
Casi cualquier sensor puede convertirse en un sensor IoT, con una digitalización y un procesamiento de datos eficientes, y el propio módulo sensor puede desplegarse junto con equipos de comunicación en una ubicación conveniente para la recopilación de datos. La reducción de la huella y el aumento de la capacidad de combinar múltiples sensores integrándolos en un único chip junto con la tecnología de procesamiento de datos está impulsando un cambio en el diseño del sistema en chip (SoC).
Al igual que ocurre con muchas otras tecnologías, la miniaturización, el aumento de la eficiencia y la precisión son requisitos futuros de las tecnologías de sensores IoT. En la actualidad, muchas tecnologías de sensores están limitadas en su capacidad de miniaturización o integración con las tecnologías de procesamiento y comunicación. Por lo tanto, se están creando nuevas tecnologías para sustituir a las tecnologías heredadas que no son fácilmente adaptables a factores de forma de sistemas compactos y altamente optimizados.